viernes, marzo 28, 2025
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Adaptar la alimentación a las distintas fases del ciclo femenino

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En el marco del Día de la Mujer, en el centro de nutrición Vilbofit ponen el foco en uno de los aspectos más importantes de la salud femenina: la relación entre el ciclo menstrual y la alimentación. Este mes, dedicado a visibilizar las necesidades específicas de las mujeres, representa una oportunidad ideal para concientizar sobre la importancia de un enfoque nutricional personalizado. Uno que puede transformar la calidad de vida de millones de mujeres que sufren condiciones hormonales.

Un enfoque nutricional adaptado a las distintas fases del ciclo menstrual podría ser clave para aliviar ciertos síntomas. Sobre todo aquellos relacionados con desequilibrios hormonales como problemas de tiroides, endometriosis y síndrome premenstrual.

«Las fluctuaciones hormonales durante el ciclo menstrual alteran significativamente la forma en que nuestro cuerpo procesa los nutrientes. Eso crea diferentes necesidades nutricionales en cada fase. Entender y adaptar nuestra alimentación a estas fases puede marcar una diferencia sustancial en el bienestar general. Y en la reducción de síntomas asociados a desórdenes hormonales», explica Ana Paula Guerrero, nutricionista y cofundadora de Vilbofit.

Distintas fases

La experta señala que durante la fase folicular (días 1-14), el cuerpo necesita alimentos ricos en hierro y vitamina C. Ello repone las pérdidas de la menstruación, siendo particularmente beneficiosos para mujeres con endometriosis que suelen presentar menstruaciones abundantes. En la fase ovulatoria, los alimentos ricos en antioxidantes ayudan a combatir el estrés oxidativo. Asimismo, en la fase luteal (días 15-28), el magnesio y la vitamina B6 son cruciales para reducir los síntomas del síndrome premenstrual.

Para mujeres con problemas de tiroides, Guerrero señala la importancia de un consumo adecuado de yodo, selenio y zinc. Estos minerales están presentes en pescados, nueces y legumbres. También advierte sobre el consumo excesivo de alimentos como la soja, el brócoli y el repollo, que pueden interferir con la absorción del yodo, especialmente en casos de hipotiroidismo.

«Las deficiencias nutricionales más frecuentes en mujeres incluyen hierro, vitamina D, calcio y magnesio. Todas ellas directamente relacionadas con la salud hormonal», subraya la especialista. «La deficiencia de hierro, particularmente común debido a la pérdida menstrual, puede agravarse en condiciones como la endometriosis. Mientras que el déficit de magnesio influye en la aparición de migrañas premenstruales y fatiga».

Regulación hormonal

Otro factor clave identificado es la influencia del estrés en la absorción de nutrientes. El estrés crónico puede alterar el equilibrio de la microbiota intestinal y reducir la producción de enzimas digestivas. Eso compromete la absorción efectiva de nutrientes esenciales para la regulación hormonal. «Nuestro objetivo en Vilbofit es proporcionar planes nutricionales personalizados que consideren no solo la fase del ciclo menstrual. Sino también condiciones específicas como tiroides, endometriosis o síndrome premenstrual, para maximizar los beneficios de la alimentación en la salud hormonal», concluye Guerrero.

La nutrición debe adaptarse a las distintas etapas de vida de la mujer. Durante la menopausia, aumentar calcio y vitamina D previene osteoporosis, mientras que proteínas adecuadas preservan masa muscular y ácidos omega-3 benefician la salud cardiovascular. Una alimentación ajustada tanto al ciclo menstrual como a cada etapa vital mejora el bienestar general. También reduce los síntomas menstruales, optimizando la función tiroidea y previniendo deficiencias nutricionales.


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