Viña nacional apuesta por el mercado de los vinos sin alcohol
El consumo de vino a nivel global ha experimentado una caída significativa en los últimos años, alcanzando su nivel más bajo en más de seis décadas. Sin embargo, en este contexto desafiante, la viña Concha y Toro decidió apostar por una tendencia en crecimiento: los productos sin alcohol.
Según datos de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), las ventas mundiales de vino retrocedieron un 3,3% en 2024, alcanzando 214,2 millones de hectolitros. A pesar de esta contracción, Chile ha logrado mantener un crecimiento sostenido en sus envíos al exterior, posicionándose como el cuarto mayor exportador de vino a nivel global, detrás de Francia, España e Italia.
En este escenario, Concha y Toro identificó una oportunidad en el segmento de vinos bajos en alcohol y sin alcohol. Se trata de una categoría que gana popularidad en mercados como Europa y Estados Unidos.
Nuevas tendencias de consumo
La moderación en el consumo de alcohol es una tendencia creciente, impulsada por cambios en los hábitos de los consumidores y una mayor conciencia sobre la salud. En respuesta a ello, Concha y Toro desarrolló productos que se alinean con estas nuevas preferencias, explorando opciones más frutales, ligeras y con menor graduación alcohólica.
Según Mariella Magnolfi, especialista en tendencias de consumo de la viña, la empresa ha sido rápida en identificar estas nuevas ocasiones de consumo. Y, de esa forma, está adaptando su oferta a las demandas emergentes. Esa es la razón del lanzamiento de productos como la línea Belight de Casillero del Diablo o Casillero Espumante sin alcohol ya presente en Reino Unido.
Se espera que en largo plazo existan tasas de crecimiento importantes para este tipo de productos. Según cálculos preliminares de la empresa, la expansión proyectada para este segmento podría llegar hasta el 30% de incremento.
El éxito de Chile en la exportación de vinos y su capacidad de adaptación a las tendencias globales refuerzan la posición de Concha y Toro como un actor clave en la industria. La apuesta por los vinos sin alcohol responde a una necesidad del mercado, pero también abre nuevas oportunidades para la expansión de la marca en mercados internacionales.
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