Utensilios desechables compostables son realidad
Los vasos de papel, plástico y otros productos desechables que se pueden compostar, significan un enorme beneficio ambiental, económico y social. El retorno del producto al suelo, para convertirse en fertilizante, permite la sostenibilidad de la cadena y promueve la economía circular.
La opción de utilizar bioplásticos compostables para desechables, como utensilios de un solo uso, bolsas de compra y embalajes ya es una realidad. Y se puede ampliar para cubrir vasos de papel, permitiendo que también se utilicen para la recolección de residuos orgánicos. Por lo general, los vasos de papel desechables necesitan un revestimiento interno de polietileno, que actúa como agente impermeabilizante. Ello, para evitar que el papel absorba líquidos o gotee, además de asegurar una barrera de contacto con los alimentos.
Sin embargo, la necesaria aplicación de resina plástica hace que el proceso de reciclaje de vasos de papel sea complejo. Tampoco constituye una alternativa desde el punto de vista de la biodegradabilidad. Por lo tanto, termina siendo destinado a vertederos y, en estos ambientes, se descompone liberando metano, un gas que contribuye al desequilibrio climático.
El uso de biopolímero compostable como recubrimiento para vasos y envases de papel facilitaría la recolección de residuos orgánicos en eventos públicos y en restaurantes, por ejemplo. Este fue el foco del desarrollo del recubrimiento de papel con ecovio PS 1606, un biopolímero de alta calidad. Es un material certificado según la norma internacional de referencia para compostaje EN 13432. La normativa considera el material compostable cuando, en un período de hasta 180 días, aproximadamente el 90% de la masa del polímero se convierte en CO2 y agua. Y el 10% se convierte en biomasa, si se coloca en condiciones de compostaje, es decir, en presencia de agua, oxígeno, calor y microorganismos.
Las propiedades de barrera migratoria de ecovio también hacen que sea más seguro el uso de papel reciclado en aplicaciones alimentarias, aumentando la eficiencia de los recursos, reduciendo el consumo de energía y mejorando la huella de carbono del producto final.
Diversas ventajas
Técnicamente, ecovio se puede aplicar sobre papel, cartón, entre otros materiales de empaque. Es impermeable, resistente al desgarro, tiene propiedades de barrera para el aroma y sabor, y cumple con los requisitos de seguridad alimentaria. También puede ser, finalmente, procesado en plantas industriales convencionales para polietileno. En definitiva, posee propiedades que garantizan un desempeño igual al del material convencional, sin que ello signifique un pasivo ambiental duradero.
“Uno de los pilares de BASF es promover la sustentabilidad y contribuir a un planeta más limpio. Por eso, trabajamos continuamente para crear soluciones que se ajusten a las necesidades del mundo actual. Y justamente ecovio viene a solucionar un problema importantísimo en la cadena del plástico. Lo más importante es que está certificado como compostable y es de base biológica”, afirma Gustavo Arriagada, coordinador de negocios de performance materials de BASF Chile y Perú.
El material contiene un alto contenido de materias primas renovables, como el PLA (ácido poliláctico) del almidón de maíz en general, ofreciendo una huella de carbono reducida. También permite un uso eficiente de los recursos mediante la descomposición de los residuos orgánicos y el ahorro de recursos escasos. Entre ellos están los fosfatos para la fertilización del suelo, que pueden reemplazarse por el compost obtenido.
Para que los beneficios de sustentabilidad de los elementos fabricados con material compostable sean efectivos, es importante introducir los productos en un circuito cerrado. Los operadores de eventos públicos y restaurantes, por ejemplo, deben recolectar los desechos orgánicos junto con los desechables compostables, enviándolos a compostaje. La propuesta es simplificar la recogida, eliminando el paso de separación, pero garantizando el destino adecuado.
