INIA La Platina identifica 49 nuevas variedades de vid en Chile
Se acaba de revelar un hallazgo que podría redefinir el mapa genético de la vitivinicultura chilena. Científicos del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) La Platina identificaron 89 genotipos de vid en viñedos antiguos a lo largo del país. De ellos, de los cuales 49 no habían sido registrados previamente en el mundo.
Este descubrimiento fue publicado en la revista científica Australian Journal of Grape and Wine Research. Sin duda, este trabajo representa un hito en la conservación de la diversidad genética de la vid. Sobre todo en un contexto global marcado por la erosión genética y la homogeneización varietal.
Ciencia al servicio del patrimonio
El equipo de investigación estuvo conformado por Marco Meneses, María Herminia Castro y Patricio Hinrichsen. Ellos realizaron un análisis genético con 15 marcadores moleculares.
Los resultados revelaron que muchas de estas vides son descendientes de las llamadas “variedades fundacionales” de las cepas criollas. Como Listán Prieto (también conocida como País) y Moscatel de Alejandría.
Los genotipos se agruparon en tres grandes categorías: Variedades criollas, variedades de Europa central y variedades de origen ibérico.
Este trabajo no sólo viene a aportar al conocimiento científico, sino que también abre nuevas posibilidades para diversificar el vino chileno. Una industria tradicionalmente dominada por cepas internacionales como Cabernet Sauvignon, Merlot o Chardonnay.
Una oportunidad para la vitivinicultura sostenible
La investigación se enmarca en un esfuerzo por rescatar el germoplasma de vid patrimonial, muchas veces relegado por la introducción de variedades europeas desde mediados del siglo XIX. Esta pérdida de diversidad ha sido silenciosa, pero significativa, y amenaza con borrar parte de la identidad vitivinícola del país.
El siguiente paso será evaluar el potencial enológico de estas nuevas variedades: su rendimiento, adaptabilidad al terroir chileno y sus perfiles sensoriales. ¿Podrían algunas de estas cepas convertirse en la base de vinos únicos, con sello local y valor patrimonial?
Más que vino: identidad, ciencia y futuro
Este hallazgo refuerza el rol de la ciencia en la valorización del patrimonio agrícola y cultural de Chile. Para los viticultores, representa una oportunidad de reconectar con la historia, diversificar su oferta y apostar por una vitivinicultura más sostenible y resiliente.
En tiempos donde el origen y la autenticidad son cada vez más valorados por consumidores y críticos, estas nuevas variedades podrían convertirse en protagonistas de una nueva narrativa del vino chileno. Una que mira al futuro sin olvidar sus raíces.
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