Hoy se celebra un nuevo Día de la Carmenere
Hoy 24 de noviembre se celebra el Día de la Carmenere, cepa que quedó extinta en Europa en 1690 por la filoxera, un parásito de la vid. Sin embargo, y luego de más 130 años, fue redescubierta en nuestro país.
Fue en 1994, cuando el ampelógrafo francés Jean Michel Boursiquot visitó Chile y decidió recorrer los viñedos de Viña Carmen, ubicada en Alto Jahuel, Buin. Mientras caminaba se percató que lo que se pensaba como Merlot tardío era en realidad Carmenere. El experto reconoció la cepa debido a que se encontraba en época de floración y sus brotes tenían pigmentación rojo-naranja.
Su nombre proviene de la palabra carmín por el intenso color rojo de sus hojas antes de que estas caigan. Es originaria de Burdeos, en Francia, donde hasta el siglo XIX se cultivaba extensamente en la región del Médoc.
El vino producido por esta vid es de un color rojo-púrpura profundo y de intenso aroma a fruta roja, con notas a berries, cerezas y ciruela. Con taninos suaves y de gran elegancia.
Un poco de historia
El redescubrimiento marcó un antes y un después en la industria vitivinícola nacional, pues es una cepa de gran potencial enológico. Pero requiere un manejo delicado, ya que sus plantas son más sensibles a la calidad de los suelos y generalmente producen menos que otras variedades.
Su historia en Chile se remonta a mediados del siglo XIX, momento en que tuvo lugar un intenso proceso de transformación vitícola. Comenzaron a ser reemplazadas las tradicionales parras españolas por las nobles vides francesas. Dentro de los ejemplares introducidos había algunos oriundos de Burdeos. Y así fue como, sin siquiera ser percibido, el Carmenere fue adoptado en Chile bajo la falsa apariencia de un Merlot “chileno o tardío”. Esa denominación se debía a que los racimos recién podían ser cosechados en otoño.
Nuestro país actualmente tiene el liderazgo mundial de superficies plantadas de Carmenere, contabilizando más de 10 mil hectáreas según el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG).
“Este hito ha tenido una relevancia enorme en la historia del vino nacional. Hoy, después de 26 años, podemos decir que es una cepa de ADN francés, pero de corazón chileno. Nuestro país cuenta con tremendos exponentes reconocidos de esta variedad en el mundo, que destacan por su identidad y carácter”. Así lo asegura la enóloga de la viña, Emily Faulconer.
Diversos exponentes
Además, para celebrar este martes como corresponde, te varios exponentes de esta variedad que de seguro te sorprenderán.
Uno de ellos es V Lustros. El año pasado, y con el fin de conmemorar los 25 años de este hito vitivinícola, Viña Carmen lanzó este producto. Un vino concentrado y viscoso a la vista, de color rojo carmín y gran profundidad. En su composición domina la guinda negra, toques de cacao, grafito y tabaco.
Las uvas, proveniente del Valle de Colchagua, fueron cosechadas manualmente en cajas de 15 kilos. Se fermentó en barricas de acero inoxidable y, posteriormente, fue escurrido y prensado para comenzar un período de crianza en barricas de roble francés. Ahí, durante 14 meses tomó forma y carácter.
Otra opción es Carmen Gran Reserva Frida Kahlo Carmenere. De color carmín intenso y oscuro, este exponente destaca por sus notas de frutos rojos y suaves toques de pimienta y paprika. Posee una gran textura, complejidad y persistencia.
Al igual que V Lustros, las uvas de este Carmenere fueron cosechadas a mano en el Valle de Colchagua. Su envejecimiento se realizó durante 14 meses.
Ambos están disponibles en www.santaritaonline.com, donde se realizan despachos a domicilio gratis en compras sobre $25.000.
La importancia de Peumo
En el año 1998, Viña Concha y Toro comprendió que -si quería producir un Carmenere de clase mundial- debía encontrar el mejor microclima y suelo para la variedad. Peumo, ubicado a 130 kilómetros de Santiago al sur y a 170 metros sobre el nivel del mar –en el valle del Cachapoal, fue el sitio escogido. El objetivo fue producir un Carmenere de mayor estructura y complejidad. El viñedo Peumo se expande en 650 hectáreas destinadas principalmente al Carmenere. Sus primeras vides datan de 1983 y, junto a las que la compañía posee en Pirque Viejo, son las plantaciones más antiguas de Concha y Toro.
Los suelos y el clima de Peumo son vitales para lograr un Carmenere de calidad excepcional. Los suelos son profundos y, gracias a una primera capa de arcilla, retienen la humedad. Las temperaturas son moderadas por frescas brisas provenientes del río Cachapoal y lago Rapel. Esto permite una maduración pausada de los racimos y que la parra esté activa hasta finales de mayo, que es cuando se cosecha.
Es precisamente ese lugar que ha dado paso a crear productos como las líneas Súper Premium Gran Reserva Serie Riberas y Marqués de Casa Concha. También la Ultra Premium Terrunyo y el Ícono y reconocido como el mejor carmenere del mundo por los expertos, Carmín de Peumo.
Carmín de Peumo
Este vino forma parte de la exclusiva línea Cellar Collection de Concha y Toro. Debe su calidad extraordinaria a un lugar específico: el cuartel 32 del viñedo de Peumo en el Valle de Cachapoal. El lugar protege naturalmente la uva y está ubicado a 170 metros sobre el nivel del mar.
Carmín de Peumo ha sido reconocido como el “Mejor Carmenere del mundo” por uno de los más influyentes críticos del mundo, Robert Parker. Además de obtener consistentemente grandes puntajes en los más importantes medios de prensa especializados del mundo.
El objetivo del proceso con Carmín de Peumo es obtener un vino exclusivo, que revele la exuberante fruta que se encuentra en esta variedad. El resultado es un vino muy elegante, complejo, con capas de grosella negra, tabaco y grafito. Se bebe como un moderno ensamblaje bordelés, aunque con la fineza y toda la fruta del Nuevo Mundo. “Definimos el estilo de Carmín de Peumo como un vino que capta su fruta exuberante, la singularidad del terroir de Peumo, y la cultura distintiva del lugar de una manera hermosa. Es un vino muy delicado y elegante, a la vez concentrado, con frutas rojas y una buena profundidad en el paladar”, sostiene el enólogo Marcio Ramírez.
Más opciones
El mismo enólogo recomienda Casillero del Diablo Reserva Privada Carmenere 2018 de Concha y Toro. Es “una cosecha extraordinaria, pues las uvas fueron madurando de manera lenta, pausada, y concentrando los sabores. Tiene un color púrpura muy intenso y en los aromas hay mucha fruta negra, como mora y cerezas. En boca, es un vino muy jugoso, de esos que siempre pedimos una segunda copa”. Dentro de las opciones de maridajes, este vino “combina muy bien con la provoleta, choripán, empanadas, pastel de choclo, carne al jugo o mechada”.
Otro buen ejemplar es el Frontera Premium Carmenere de Concha y Toro, que tiene un color rojo rubí con tonalidades violáceas. Según su enólogo, Mario Álvarez, “en naríz presenta una expresión de fruta fresca combinada con especias y tabaco, en boca destacan sus taninos aterciopelados, suaves de largo y elegante final”.
Recomienda acompañar este vino con una tabla de quesos suaves, pastas en sus distintas preparaciones o carne de cerdo.
Masterclass
Viu Manent se ha destacado por la producción de grandes Carmenere, con 5 premiados vinos de esta variedad en su portafolio. Es por esto que la viña invita a celebrar la variedad emblemática de Chile con una imperdible Masterclass virtual. La actividad será liderada por el sommelier de la firma el próximo lunes 30 de noviembre a las 19:00 hrs.
En la cita se realizará la presentación de “El Incidente 2017”, Carmenere ícono de la viña. El producto fue distinguido con 96 puntos en la Guía Descorchados, junto a otros cuatro exponentes de esta cepa.
Quienes deseen participar de la actividad sólo deben comprar el Pack Carmenere Premium. Contiene los vinos El Incidente, Single Vineyard Loma Blanca, Gran Reserva y Secreto (28% off). O bien el Pack Carmenere Viu Manent, que incluye los vinos Single Vineyard Loma Blanca, Gran Reserva, Secreto y Reserva (32% off). Ambos packs se pueden adquirir en tienda.viumanent.cl con despacho a domicilio.
Para más información, ingresa a clubviumanent.cl o en sus redes sociales @viumanentwinery.