Alimentos de verano, ¿cuáles guardar en el refri?
El refrigerador es el electrodoméstico estrella del verano, ya que lograr tener los alimentos y líquidos bien fríos es esencial para muchos. ¿Quién no disfruta llegar a casa después de las altas temperaturas y encontrar una bebida bien fría para refrescarse? ¿O al despertar por la mañana exprimir un jugo de naranjas muy heladas o preparar una ensalada de frutas frescas?
Gracias al refrigerador esto es posible en esta época del año. Pero además, se duplica la necesidad de conservación de alimentos que, con las altas temperaturas, no durarían tantos días. Esa es la importancia del freezer o nevera, pues retarda la proliferación de las bacterias propias de los alimentos y que terminan por degradarlos.
Hoy, debido a la pandemia, la tendencia es a evitar lo más posible salir de casa para ir de compras. Por ello hay que aprovechar bien los recursos que el refrigerador nos ofrece para tener todo a la mano, a la temperatura que queremos y al interior de casa.
Pero, ¿todos los alimentos se deben guardar en el refrigerador? La respuesta es no. La marca Midea recomienda dejar algunos alimentos fuera. No sólo porque con la humedad y el frío se estropean, sino que también porque -según explican- el refrigerador no se debe sobrecargar con demasiados productos. Si eso ocurre no habrá suficiente espacio para que fluya y se distribuya bien el frío.
Entonces, ¿qué me conviene guardar y qué no? Acá hay algunos consejos.
Sí se puede guardar en el refrigerador
Siempre carne, pollo y pescados. Los alimentos que vas a cocinar dentro de uno a dos días puedes dejarlos en la bandeja más alta de la zona de refrigeración. Midea, por ejemplo, cuenta en sus modelos con un cajón cerrado a esa altura, donde se mantienen temperaturas más bajas que en el resto del artefacto. Esto favorecerá la conservación de ciertos nutrientes de los alimentos que se pierden al congelarse. Pero si pretendes cocinar la carne varios días después, debes dejarla en el freezer.
Muchas personas dejan los huevos al exterior y los expertos dicen que no hay problema mientras se consuman antes de su fecha de caducidad. Pero guardarlos en el interior, sobre todo si tardarás tiempo en comerlos todos, permitirá mayor seguridad en su consumo durante dos a tres semanas. Ubicarlos en la bandeja de la puerta es la mejor opción, porque no necesitan temperaturas demasiado bajas, algo que justamente se da ahí debido a la constante apertura.
Los lácteos, en cambio, se deben guardar siempre al interior del dispositivo y en las bandejas más altas, donde el frío es más potente. Mientras que las verduras es preferible situarlas en la zona más baja, a temperaturas que no desciendan de los 0 grados. Y si son hortalizas, se recomienda dejarlas dentro de su bolsa plástica para que reabsorban su humedad. Midea cuenta en sus modelos con cajones para conservar las verduras de la forma más adecuada. Así se controla la humedad al interior de éste con un dispositivo que se abre o se cierra dependiendo de la necesidad de los alimentos que ahí se encuentren.
Hoy en día los modelos de refrigeradores se dividen entre aquellos que son de frío directo y los que son No frost. Los primeros mantienen mayor humedad al interior del electrodoméstico, pero generan escarcha. Y, muchas veces, grandes masas de hielo que luego hay que retirar para evitar tapar los flujos de aire. Mientras que los segundos evitan esta formación de hielo, pero absorben toda la humedad, incluso la de la comida. Es por ello que desde Midea recomiendan en este caso guardar todos los alimentos en recipientes completamente herméticos, ya sea con tapa o papel film.
Por otro lado la higiene al interior es primordial, por lo que se recomienda limpiar muy bien las bandejas y paredes del refri para evitar la reproducción de bacterias que contaminen los alimentos. De todas formas, algunos de los modelos Midea cuentan con un sistema de ionización que esteriliza el ecosistema interno.
No guardar al interior del refrigerador
Comidas envasadas y deshidratadas como arroz, harina y legumbres no es necesario dejarlas al interior, incluso tras ser abiertas. Tampoco el azúcar o la sal, ya que no necesitan humedad ni frío.
Las papas, cebollas y ajo tampoco deben guardarse al interior. Por el contrario, se recomienda mantenerlas en un lugar seco y con poca luz. Y aunque no en oscuridad, pero si fuera del frío, se deben mantener frutas tropicales como el plátano, la piña o el mango, ya que son aptas para temperaturas de 15 grados y al interior el frío sólo logrará debilitar su textura.
Tampoco se recomienda dejar en el refrigerador frutas como el melón, tomate o la palta antes de que hayan alcanzado su punto de maduración. Y por último, evita dejar dentro alimentos aromáticos como el chocolate, el pan o café, ya que perderán olor y sabor.
Desde Midea recuerdan que nunca se deben introducir platos calientes, ya que alterarán la temperatura del refrigerador y lo obligarán a trabajar con mayor potencia para volver a enfriar el medio ambiente interno. Pero sí se recomienda descongelar los alimentos al interior de la zona de refrigeración, pues esto provocará mayor frío, que será distribuido a los demás productos y alivianará la tarea energética del artefacto.