Restaurante español abre su segundo local en Chile
La cocina española da un nuevo paso en su expansión por América Latina. El restaurante El Valenciano, que debutó con éxito en el Mercado Urbano Tobalaba (MUT), acaba de inaugurar su segundo local en el Mall Plaza Vespucio.
Esta apertura tiene la ambiciosa meta de ser un paso más para convertirse en la primera cadena de comida española del continente.
Una propuesta casual, auténtica y escalable
Fundado por el español José Gil y el chileno Martín Escobar, El Valenciano busca acercar la tradición culinaria de España al público chileno con un formato accesible, pero fiel a sus raíces. “Queremos que las personas sientan que están en un mercado gastronómico español”, afirma Gil, destacando la atmósfera familiar y la rapidez en el servicio sin sacrificar calidad ni autenticidad.
La carta, idéntica en ambas sucursales, incluye clásicos como paella de mariscos, tortilla de papas, croquetas, pulpo a la gallega, gazpacho, huevos rotos y postres como churros y tarta de queso. Todos están elaborados con ingredientes importados directamente desde España, lo que garantiza una experiencia genuina.
Maridaje español y expansión estratégica
Tras obtener la patente de alcohol en su primer local, El Valenciano ahora ofrece una cuidada selección de bebidas típicas. Allí aparecen sangrías, vermut, gin tonics, cervezas y vinos españoles, disponibles también en Plaza Vespucio. La elección de esta segunda ubicación responde a su alto flujo de visitantes y la posibilidad de contar con terraza, lo que refuerza su carácter social y abierto.
La marca ya proyecta la apertura de un tercer local en Parque Arauco para fines de 2025. De esta forma desean consolidar su presencia en Santiago y sentar las bases para una expansión regional. “Queremos crecer de forma ordenada, pero con ambición. Sabemos que la gastronomía española está de moda y queremos liderar ese movimiento en Chile y la región”, señala Escobar.
¿La primera cadena española de América Latina?
El Valenciano busca posicionarse como referente gastronómico y también como embajador cultural. Su modelo de negocio se basa en la estandarización de recetas y la escalabilidad del servicio.
Con dicha receta apunta a replicarse en otras ciudades del continente, llevando el sabor de Valencia más allá de las fronteras chilenas.
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