Nuevas propuestas de alta cocina en Santiago marcan tendencia

Santiago vive un momento vibrante en su escena gastronómica. La apertura de nuevos espacios vienen a redefinir el concepto de alta cocina desde perspectivas complementarias.

Uno se basa en la sofisticación hotelera de AC Kitchen, bajo la dirección del chef español Sergio Barroso. Otro apela a la narrativa emocional de DeMo Magnolia, liderada por el chileno Pedro Chavarría.

“Del mar y la tierra” como experiencia sensorial

Ubicado en el AC Hotel Santiago Cenco Costanera, AC Kitchen ha renovado su propuesta con la llegada de Sergio Barroso. El chef es reconocido por su dominio técnico y sensibilidad hacia los ingredientes locales.

Desde julio pasado, el restaurante ofrece almuerzos ejecutivos durante el día. Y, por las noches, un menú de degustación de 11 tiempos titulado “Del mar y la tierra”. Este último rinde homenaje a los paisajes y sabores de Chile.

Entre los platos destacan el jamón de ventresca de albacora con ajoblanco, mero de profundidad con miso, pulpo de Juan Fernández con mole negro y preparaciones de cordero. El maridaje, curado por el bartender Yefry Avilera —ganador de World Class 2025—, incluye coctelería de autor con y sin alcohol. Se suman vinos seleccionados que acompañan cada bocado con precisión y carácter.

Barroso describe su propuesta como “un homenaje al mar y a la tierra, a los ingredientes nobles que nos regala la naturaleza y a la emoción que despiertan cuando los transformamos con respeto y curiosidad”.

Cocina íntima con voz propia

En pleno casco histórico de Santiago, el chef Pedro Chavarría ha llevado su proyecto DeMo a una nueva dimensión. Y lo hizo con la apertura de DeMo Magnolia.

Tras su paso por el persa Biobío, donde forjó una cocina directa y callejera, Chavarría presenta ahora una experiencia más contenida. Pero es igualmente provocadora: un menú de degustación de 9 a 11 tiempos para sólo una docena de comensales por noche.

Su cocina se define por la honestidad en el plato, el respeto por el producto nacional —del mar, la cordillera y la huerta—, y una narrativa que transforma lo cotidiano en extraordinario.

“Magnolia me exigió refinar el lenguaje sin perder la voz propia. Cocinamos en diálogo con una ciudad antigua, viva, compleja”, afirma el chef, reconocido por 50 Best Discovery y premiado como Chef del Año por Revista Wikén.

Alta cocina con identidad chilena

Ambos espacios comparten una visión: ofrecer alta gastronomía con identidad, sensibilidad y técnica. Mientras Barroso explora la fusión entre cocina mediterránea y productos chilenos en un entorno hotelero de lujo, Chavarría apuesta por una experiencia íntima que dialoga con la ciudad y sus memorias.

Santiago se consolida así como un epicentro culinario donde la alta cocina no sólo se saborea. También se vive como una experiencia cultural y emocional.

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