El enoturismo chileno da un giro hacia la electromovilidad
En una apuesta concreta por la movilidad sustentable, el sector del enoturismo chileno acaba de incorporar una flota de vehículos eléctricos. La iniciativa promete transformar la experiencia de recorrer varios de los valles vitivinícolas del país.
En concreto, la plataforma de transporte turístico Citybest X integró diez unidades del modelo BYD D1, un vehículo 100% eléctrico. La estrategia consiste en operar rutas hacia reconocidas viñas de los valles de Colchagua, Casablanca y Maipo.
El objetivo de esta iniciativa es claro: reducir la huella de carbono en uno de los sectores turísticos más emblemáticos de Chile. De esta forma se ofrecerán traslados cómodos, silenciosos y libres de emisiones.
Futuro más limpio
El vehículo, diseñado específicamente para pasajeros, cuenta con una batería de 53,56 kWh y una autonomía de hasta 418 kilómetros. Asimismo, cuenta con un sistema de carga rápida que permite recuperar del 30% al 80% de su capacidad en apenas 35 minutos.
Además de su eficiencia energética, el modelo incorpora tecnologías de asistencia a la conducción. Como control crucero adaptativo, frenado automático de emergencia y advertencia de cambio de carril. Ello refuerza su perfil como una opción segura para el turismo interurbano.
Desde Citybest X, su director de operaciones, Gonzalo Casanga, explicó que la elección del D1 fue el resultado de dos años de pruebas. Destacó el rendimiento, confort y servicio postventa como factores decisivos para su implementación en rutas turísticas.
Esta incorporación marca un paso relevante hacia un turismo más consciente y respetuoso con el entorno. Esto se alinea con las expectativas de visitantes que valoran experiencias sostenibles.
En un país donde el vino es parte esencial de su identidad cultural y económica, iniciativas como ésta refuerzan el compromiso del sector con un futuro más limpio.
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