Dos nuevos bares marcan la escena nocturna de Santiago
La vida nocturna de Santiago sigue expandiéndose con propuestas que buscan diferenciarse a través de la coctelería de autor y ambientes cargados de personalidad. En los últimos meses, dos nuevos bares han abierto sus puertas en barrios emblemáticos de la capital: Lola Bar, en Providencia, y Ánima Cocktail Lab, en Bellavista. Ambos espacios apuestan por experiencias que van más allá del simple consumo de tragos, integrando conceptos culturales, estéticos y gastronómicos que enriquecen la oferta urbana.
Lola Bar rescata el espíritu rupturista de Lola Flores y lo traduce en una propuesta que combina botánica urbana y cocina mestiza. Ánima Cocktail Lab, en tanto, se instala como un laboratorio sensorial de atmósfera gótica, donde cada cóctel es una exploración técnica y creativa. Dos estilos distintos que, sin embargo, comparten la misma intención: renovar la coctelería santiaguina y ofrecer a los visitantes un viaje que mezcla sabor, identidad y narrativa.
Espíritu rupturista en Providencia
En Francisco Bilbao 1315 abrió Lola Bar, un espacio que rinde homenaje a la figura de Lola Flores, ícono español de rebeldía y autenticidad. El proyecto, liderado por Eduardo Cid, Esteban Ruiz y Pablo Melys, se reconoce desde la calle por su fachada negra y un luminoso cartel de neón rojo.
El interior conserva la memoria del edificio —una panadería de los años 40— con techos altos, ladrillos originales y un tragaluz que aporta luz natural de día y un ambiente íntimo de noche. La decoración mezcla lo elegante y lo industrial: terciopelo, madera, plantas y un tapiz selvático.
La bartender Camila Aguirre diseñó una carta inspirada en la botánica urbana de Santiago, con cócteles que utilizan lavanda, caléndula, malva rosa y cedrón. Destacan el Domingo en Bustamante (pisco infusionado en lavanda, limón y soda), el Mediodía en Quinta Normal (spritz con syrup de caléndula) y el Atardecer en Inés de Suárez (cosmopolitan reinterpretado con vodka de malva rosa).
La oferta se complementa con sours, mocktails y una cocina a cargo del chef Jorge Soto, que fusiona influencias internacionales en platos como la Burrata Japo o el Salmón Chamullento.
Laboratorio sensorial en Bellavista
En calle Constitución, en el barrio Bellavista, abrió Ánima Cocktail Lab, el nuevo proyecto del reconocido mixólogo Pablo Prüfer. El bar se presenta como un espacio de atmósfera gótica y misteriosa, con luces bajas, neón rojo y un estilo que combina técnica y creatividad.
La propuesta se define como un bar laboratorio, donde cada cóctel es una experiencia sensorial. Ejemplos son el Espresso Imposible (vodka redestilado en queso azul) y el Sandía Calada (daiquiri con ron destilado en harina tostada). Cada trago se acompaña de un posavasos perfumado, añadiendo una capa olfativa a la degustación.
Además, Ánima apuesta por una cocina itinerante, con chefs residentes que rotan y aportan diversidad gastronómica. La filosofía de Prüfer es clara: “ponerle alma a todo”, privilegiando el disfrute por sobre discursos técnicos. Con un menú de 12 cócteles y degustaciones exclusivas, el bar busca consolidarse como referente de innovación en 2026.
Dos propuestas, una ciudad en movimiento
La apertura de Lola Bar y Ánima Cocktail Lab confirma el dinamismo de la coctelería en Santiago. Mientras Lola rescata la botánica urbana y la mezcla cultural en Providencia, Ánima se instala en Bellavista con un enfoque experimental y sensorial. Ambos espacios enriquecen la oferta nocturna y apuntan a convertirse en destinos habituales para quienes buscan experiencias distintas en la capital.
Ambas aperturas reflejan cómo la coctelería santiaguina se diversifica y gana matices. Dos propuestas distintas, que consolidan a la capital como una ciudad donde la noche se vive con creatividad, identidad y sabor.
Suscríbete a nuestro newsletter
