Día Internacional del Prosecco: el espíritu italiano en cada copa
Como ya es tradición, el pasado 13 de agosto se celebró el Día Internacional del Prosecco, una fecha para festejar a uno de los espumosos más apreciados del mundo. Una verdadera oportunidad para brindar por su versatilidad, alegría, sabor y cultura.
El Prosecco, originario de la hermosa región de Véneto, en Italia, ha conquistado el paladar de personas en todas partes del mundo. Su distintivo sabor afrutado sólo aumenta su popularidad, convirtiéndose en la opción favorita para celebrar todo tipo de momentos con amigos y seres queridos.
Cabe destacar que el Prosecco cuenta con una Denominación de Origen Controlada (DOC), que garantiza su autenticidad y calidad. Esta denominación, que abarca las provincias de Treviso y Trieste, establece normas y prácticas estrictas para la producción. De esta forma se asegura que cada botella lleva consigo el sabor único y la esencia de la región.
Respecto de su compasición, el Prosecco debe tener al menos un 85% de la variedad de uva Glera y un 15% puede complementarse con otras cepas. Allí aparecen la Pinot Bianco, Chardonnay, Pinot Grigio, Bianchetta, entre otras.
Su elaboración se realiza a través del método Charmat. En este proceso, la segunda fermentación (que permite agregar el dióxido de carbono) se genera en grandes tanques de acero inoxidable.
El Prosecco es ideal para consumir acompañado de platos como tapas, mariscos y pescados, ensaladas frescas y comidas con toques picantes. Además, es una opción perfecta para preparar dos clásicos: el Spritz y la Mimosa.
Recomendaciones
Y es que el Prosecco es parte de la receta original del famoso Spritz, un cóctel aperitivo italiano que combina este espumoso con Aperol, soda y una rodaja de naranja. Por otro lado, la Mimosa, un clásico de los brunchs, que se prepara mezclando Prosecco con jugo de naranja fresco, brindando una experiencia de sabor refrescante.
Para que lo disfrutes al máximo, a continuación te dejamos algunas recomendaciones de La Vinoteca.
Freixenet Prosecco Extra Dry. Es elaborado con las mejores uvas de Glera de la región italiana de Véneto. Posee un color amarillo pajizo con viva efervescencia, además de un aroma fresco cítrico, con toques de manzanas y flores. En boca se siente limpio y fresco con tonos de limón maduro, manzana verde y pomelo.
Su temperatura de servicio es entre 5 y 7 grados.
Mionetto Prosecco Brut. Se ha convertido en un buque insignia de la región y es un brillante ejemplo de la producción del Prosecco en la escena internacional. Originario de Treviso, Italia, y de la Viña Mionetto, destaca su color por ser amarillo luminoso y su aroma a flores. En boca se siente frutal y floral, con tonos de miel y acacia.
Su temperatura de servicio es entre 5 y 7 grados.
