Así es como debes almacenar correctamente el vino abierto
Las altas temperaturas pueden estropear los vinos si estos no se almacenan correctamente en casa. Una vez el producto interactúa con el oxígeno, genera oxidación, lo que puede afectar negativamente su sabor y aroma.
Es por ello que diversos especialistas consultados nos ofrecen varios consejos para conservar el vino abierto y evitar el desperdicio.
– Tiempo de consumo recomendado. Incluso con todas las precauciones, los vinos deben consumirse en un periodo razonable después de abrirlos. Generalmente, los vinos blancos y rosados deben consumirse dentro de los 2-3 días, mientras que los vinos tintos pueden mantenerse hasta 5 días bajo condiciones óptimas de conservación.
– Refrigeración. La refrigeración es clave para conservar el vino una vez abierto. Al colocar el vino en el refrigerador, se ralentizan los procesos de oxidación y fermentación, manteniendo sus características originales. Para los vinos tintos, es recomendable sacarlos del refrigerador al menos media hora antes de consumirlos para que alcancen la temperatura ideal de servicio.
– Uso de tapones adecuados. Reutilizar el corcho original puede no ser siempre efectivo, especialmente si se daña al abrir la botella. Los tapones especialmente diseñados para vino, como los de vacío o de silicona, ofrecen una mejor selladura que minimiza la exposición al oxígeno. Esto es crucial para la conservación del vino.
– Conservación en posición horizontal. Almacenar la botella en posición horizontal ayuda a reducir el contacto del vino con el aire dentro de la botella. Esta orientación es beneficiosa cuando se utilizan tapones de vacío.
– Reducción de la exposición al oxígeno. Cada vez que sirvas vino de una botella abierta, intenta limitar el tiempo que esta permanece sin tapón. Re-taparla inmediatamente después de servir ayuda a preservar mejor sus cualidades organolépticas.
– Uso de herramientas profesionales. Existen herramientas profesionales como bombas de vacío, que extraen el aire de la botella, y sistemas de gas inerte, que reemplazan el oxígeno en la botella con gases como el argón o el nitrógeno. Estos sistemas pueden prolongar significativamente la vida útil del vino después de abierto.
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