Aprende a evitar el sabor a «quemado» en la cerveza
La cerveza, una bebida alcohólica amarga elaborada a partir de líquido de malta fermentada y lúpulo, es una de las bebidas más populares en todo el mundo. A lo largo de los años se ha vuelto tan común, que su consumo se ha diversificado con el agregado de nuevos ingredientes que complementan su sabor.
Uno de las creencias más populares en torno a esta bebida es que se «quema» debido a los cambios de temperatura. Como cuando se saca y se vuelve a meter al refrigerador. Sin embargo, esto es un error. La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) aclara que la causa de ese sabor amargo intenso, conocido como «quemado», es la exposición a la luz solar.
La sustancia responsable de este fenómeno es la Iso Humulona, también conocida como ácido alfa, un compuesto químico presente en el lúpulo. Esta sustancia es sensible a los rayos ultravioleta, por lo que, si la cerveza se deja expuesta a la luz solar, se inicia una reacción de degradación de las proteínas. Ello genera compuestos de azufre conocidos como tioles, responsables del olor desagradable y un sabor amargo intenso.
Esta es la razón por la que muchas marcas de cerveza utilizan botellas oscuras. De esta manera buscan proteger el contenido de los efectos nocivos de la luz.
Experimento definitorio
Para confirmar la teoría que la temperatura no daña el sabor la cerveza, el blog estadounidense Cook’s Illustrated realizó un experimento al respecto. Con el respaldo de David Grinnel, vicepresidente de calidad de la cerveza en Boston Beer Company, se confirmó que dicha creencia no es cierta.
En el ensayo, una caja de cerveza enlatada se dividió en dos partes y se mantuvo en total oscuridad. Una parte se guardó en el refrigerador, mientras que la otra se expuso a diversas temperaturas.
Tras repetir el experimento tres veces, se comprobó que ambas partes de la caja mantenían el mismo sabor. Con eso se demostró que las variaciones de temperatura no alteran el sabor de la cerveza.
La mejor manera de conservarla
A diferencia de otras bebidas alcohólicas como el vino o el whisky, la cerveza no tiene fecha de caducidad, pero sí tiene una fecha límite de consumo recomendada de un año.
Para conservar su sabor y evitar cambios químicos no deseados, es importante:
- Guardarla en el refrigerador o en un lugar fresco y oscuro.
- Evitar la exposición a la luz directa, altas temperaturas y cambios bruscos de temperatura.
- Almacenar las botellas en posición vertical para prevenir la oxidación.
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