Dos aperturas que amplían el mapa gastronómico chileno
La escena gastronómica nacional continúa expandiéndose con propuestas que buscan sorprender y diversificar la experiencia de los comensales. Nuevos espacios se abren paso en distintas ciudades, aportando estilos culinarios que cruzan fronteras y enriquecen la identidad local. Desde el sur hasta la capital, la cocina se convierte en un puente entre culturas, tradiciones y tendencias globales.
En este contexto de dinamismo y exploración, dos aperturas recientes llaman la atención por la originalidad de sus conceptos y la fuerza de sus identidades. Se trata de proyectos que, más allá de la oferta de platos, invitan a vivir una experiencia sensorial y cultural distinta. Una que refleja cómo la gastronomía chilena se nutre de influencias internacionales para seguir evolucionando.
Un viaje a Asia desde el sur de Chile

Puerto Montt, ciudad marcada por su tradición marina y su rol como puerta de entrada a la Patagonia, suma ahora una propuesta que sorprende por su aire cosmopolita. En la calle Rancagua 260 abrió Kindsa, un restaurante que combina la sofisticación japonesa con la intensidad coreana.
El menú invita a recorrer sabores que van desde el sushi y los rolls con ingredientes frescos del sur, hasta ramen humeantes y platos coreanos como el bulgogi o el kimchi. La apuesta es clara: ofrecer una experiencia que trascienda lo meramente gastronómico y acerque al público local a la cultura asiática.
El espacio, moderno y acogedor, busca ser un punto de encuentro para quienes desean explorar nuevas tradiciones culinarias sin salir de la ciudad. Con un horario amplio —de 12:30 a 22:30 horas— Kindsa se perfila como un nuevo referente de diversidad gastronómica en la región de Los Lagos.
El humo caribeño llega a Vitacura

En Santiago, la apertura de Curacaribs en Vitacura marca un hito para quienes ya conocían su propuesta en la Ruta 68. Este smokehouse, que conquistó a viajeros con sus carnes ahumadas, da el salto a la capital con un local que promete mantener su esencia pero adaptarse al ritmo urbano.
Su cocina se distingue por su técnica de ahumado lento, que impregna las carnes con aromas intensos y sabores profundos. A ello se suma la influencia caribeña: marinados con especias tropicales, acompañamientos vibrantes y un ambiente que evoca la calidez de las islas.
El nuevo espacio en Vitacura busca acercar esta experiencia a un público más amplio. Pero también refuerza la tendencia de explorar estilos gastronómicos poco habituales en Chile, como el barbecue caribeño.
Un mismo espíritu de innovación
La llegada de Kindsa y Curacaribs refleja cómo la gastronomía chilena se expande hacia territorios cada vez más diversos. Mientras en el sur se apuesta por la fusión asiática, en la capital se experimenta con el sabor ahumado del Caribe.
Ambos proyectos comparten un mismo impulso: crear experiencias memorables que conecten al comensal con culturas distintas. Y demostrar que la cocina es también un puente entre tradiciones y geografías.
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