Seguridad alimentaria en verano: Prevenir riesgos en la cocina
La Dirección Meteorológica de Chile (DMC) ha emitido un aviso por altas temperaturas para varias zonas del centro del país, incluyendo la Región Metropolitana, O’Higgins, Maule y Ñuble. El fenómeno, de carácter moderado pero potencialmente riesgoso, advierte sobre máximas que podrían alcanzar hasta los 34°C. Esta situación representan un desafío no sólo para la salud y el bienestar de las personas, sino también para la seguridad alimentaria en los hogares.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año 600 millones de personas —casi una de cada diez— enferman por consumir alimentos contaminados. En verano, este riesgo aumenta debido a la rápida proliferación de bacterias y a prácticas inadecuadas de manipulación y conservación.
“El verano es una estación en la que los alimentos se vuelven especialmente sensibles a las altas temperaturas. Mantener la cadena de frío, separar los alimentos crudos de los cocidos y respetar los tiempos de consumo son hábitos clave para evitar riesgos en la salud de toda la familia”. Así lo explica Nicole Ugalde, nutricionista de Planificación de Aramark Chile Minería.
Recomendaciones generales
Entre las sugerencias de carácter general para conservar alimentos en verano están las siguientes:
– Mantener la cadena de frío: El refrigerador debe estar a 4°C o menos y el congelador a –18°C. Los alimentos perecibles no deben permanecer más de una hora sin refrigeración cuando la temperatura supera los 30°C.
– Separar crudos y cocidos: Carnes, pescados y mariscos deben guardarse en recipientes herméticos y separados del resto de los alimentos. Los cocidos deben ubicarse en niveles superiores del refrigerador.
– Consumir en el tiempo adecuado: Respetar fechas de vencimiento, no refrigerar preparaciones por más de 3 a 4 días y congelar porciones si no se consumirán pronto.
– Descongelar de forma segura: Hacerlo dentro del refrigerador o en el microondas, nunca a temperatura ambiente, y evitar volver a congelar un alimento ya descongelado.
– Higiene constante: Lavar frutas y verduras antes de almacenarlas, lavarse las manos antes y después de manipular alimentos crudos, y desinfectar superficies y utensilios.
El cuidado de la carne
El escenario de calor extremo refuerza la importancia de extremar precauciones en la manipulación de la carne. Catherine Escobar, gerente comercial de la cadena El Carnicero, advierte que “la carne fresca no refrigerada adecuadamente puede deteriorarse rápidamente, favoreciendo el crecimiento de bacterias dañinas”.
Por ello recomienda cocinar la carne descongelada en un plazo máximo de doce horas y mantenerla en ambientes fríos mediante bolsas térmicas o coolers durante el transporte.
En ese sentido, la especialista entrega algunos consejos prácticos para garantizar la inocuidad del producto:
– Durante el transporte: Usar bolsas térmicas o coolers y refrigerar inmediatamente al llegar a casa.
– En el refrigerador: Almacenar en recipientes cerrados o envueltos en plástico film, mantener la temperatura entre 0-4°C y consumir en pocos días o congelar si no se utilizará pronto.
– Descongelación y manipulación: Descongelar lentamente en el refrigerador, nunca a temperatura ambiente; lavar y desinfectar superficies y utensilios que entren en contacto con carne cruda; y utilizar tablas de cortar diferenciadas para carne y otros alimentos.
Salud y prevención
Las altas temperaturas previstas por la DMC para los próximos días hacen imprescindible reforzar las medidas de seguridad alimentaria.
La correcta manipulación y conservación de los alimentos, especialmente de la carne, es fundamental para prevenir intoxicaciones y proteger la salud de las familias en un verano que se anticipa intenso y lleno de actividades al aire libre.
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