Inauguran en Maule el primer laboratorio enológico móvil
En el corazón vitivinícola del país, la Región del Maule fue testigo de un hito sin precedentes en la innovación agroindustrial. Se trata del nacimiento del primer laboratorio enológico móvil sustentable e inteligente de Chile.
La iniciativa promete transformar la forma en que se produce y controla la calidad del vino en el territorio nacional. Fue desarrollado por el Centro de Innovación en Ingeniería Aplicada de la Universidad Católica del Maule (UCM). Y contó con el financiamiento del Gobierno Regional del Maule a través del Fondo de Innovación para la Competitividad Regional (FIC-R).
El proyecto se llama “Laboratorio enológico móvil sustentable e inteligente Cauquenes 2022” y busca llevar la ciencia directamente al terreno. Su objetivo: empoderar a pequeños y medianos productores con herramientas de análisis en tiempo real. De esta forma reducirán tiempos de espera y mejorarán la toma de decisiones en la vinificación.
Inteligencia artificial y viticultura de precisión
Bajo la dirección del Dr. Juan Luis López, el laboratorio integra sensores inteligentes, ensayos enzimáticos y algoritmos de aprendizaje automático para monitorear variables clave del proceso enológico. Esta tecnología permite realizar diagnósticos precisos y generar recomendaciones inmediatas sobre cuándo y cómo intervenir en la elaboración del vino. Todo ello enmarcado en el concepto de viticultura de precisión.
El laboratorio no sólo destaca por su movilidad y capacidad tecnológica, sino también por su enfoque sustentable y colaborativo. Entre sus aliados se encuentra la viña Doña Aurora del Peumo, que ha facilitado la validación del sistema en condiciones reales. Además, el proyecto cuenta con el respaldo académico de la Universidad Anáhuac Mayab de Yucatán, de México. Con ello amplía su proyección más allá de las fronteras chilenas.
Esta iniciativa representa una oportunidad concreta para fortalecer la competitividad del vino chileno con identidad territorial, especialmente en zonas donde el acceso a laboratorios especializados es limitado. Al acercar la ciencia al campo, el laboratorio móvil se convierte en un catalizador de calidad, sostenibilidad y desarrollo local.
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