Envíos de vino chileno cierran primer semestre con alza en valor
La industria vitivinícola chilena llegó a la segunda mitad del año con resultados mixtos. Hubo un aumento en el valor exportado y en los precios promedio, así como una reestructuración de destinos donde Brasil se posiciona como un motor clave. A ello se sumó la inestabilidad en Estados Unidos, debido a los nuevos aranceles impuestos por la administración Trump.
Según la Organización Internacional de la Viña y el Vino, OIV, Chile finalizó 2024 como el cuarto exportador mundial con 7,8 millones de hectolitros. Con ese volumen recuperó terreno, a pesar de precios medios ligeramente inferiores.
Roxana Diez de Medina, gerente general de Viñas de Colchagua, señaló que «las exportaciones de vino chileno han mostrado una estabilidad relativa en el panorama global, marcada por la alta competencia internacional y cambios en los hábitos de consumo». La ejecutiva agregó que «Chile se mantiene como uno de los principales exportadores mundiales gracias a la diversidad de sus terroirs, la estabilidad sanitaria y la consistencia en calidad. Sin embargo, el desafío es pasar de competir por precio a capturar más valor, apuntando al segmento premium y super-premium».
Más valor y menos volumen
Datos sectoriales indican que, entre enero y junio, Chile exportó aproximadamente 22,5 millones de cajas. Lo hizo por US$605,5 millones, con un precio medio de US$26,9 por caja. Estas cifras reflejan una tendencia hacia mayor valor y menor volumen en varios meses.
Paralelamente, el Ministerio de Relaciones Exteriores (Subrei) reportó US$622 millones en vinos embotellados en el primer semestre de 2025 (+2,2% vs. 1S 2024). Fueron impulsados por blends con Denominación de Origen y cepas como Sauvignon Blanc, Chardonnay, Pinot Noir y Carmenere, con espumantes y Rosé en alza.
Mario Sebastián Ravanal, gerente general de la viña Ravanal, añadió que «la relación precio-calidad ha sido históricamente la gran fortaleza de Chile. No obstante, la tendencia mundial indica que, si bien el precio competitivo es un factor de entrada, el crecimiento sostenible se logra cuando se asocia a vinos con identidad, origen y una propuesta de valor diferenciada». En ese sentido, el ejecutivo puntualizó que «Chile debe seguir aprovechando su competitividad, pero migrar progresivamente hacia una estrategia que priorice la calidad percibida, la sustentabilidad y la autenticidad como motores de fidelización».
Brasil como principal destino del vino chileno
En 2025, Chile capitalizó una exitosa estrategia de premiumización y diversificación de mercados, especialmente hacia Brasil. Así contrarrestó la disminución en la producción y la volatilidad en países como China y EE. UU.
El aumento en los precios medios y el fuerte crecimiento en los segmentos de US$ 40–50 por caja demuestran un impulso hacia vinos de mayor valor agregado. A pesar del menor volumen disponible, la industria ha encontrado un camino para mantener y aumentar su valor, apostando por la calidad sobre la cantidad.
Brasil se afianzó como el mercado principal en 2025, registrando alzas de dos dígitos en volumen y un aumento del 6–7% en valor durante el primer semestre. Roxana Diez de Medina, aseguró que «Brasil representa hoy una gran oportunidad. Su cercanía geográfica, los beneficios arancelarios del Mercosur y el crecimiento de su clase media han impulsado un consumo de vino más frecuente y sofisticado. Además, el consumidor brasileño tiene una afinidad natural con el vino chileno, valorando su consistencia y diversidad. Sin embargo, la gerente general de Viñas de Colchagua dijo que «debemos aprovechar este liderazgo no solo para vender más, sino para vender mejor, aumentando el ticket promedio, introduciendo más etiquetas premium y generando experiencias que conecten».
Razones del éxito
Carmen Paz Ravanal, gerente de marketing de la viña Ravanal, atribuyó este fenómeno principalmente a la combinación de factores comerciales y culturales. «Los tratados de libre comercio reducen aranceles, el desarrollo de una cultura de consumo de vino en Brasil, campañas de promoción efectivas y el reconocimiento del vino chileno como sinónimo de buena relación precio-calidad. Además, las cadenas de retail y e-commerce han ampliado su oferta de vinos chilenos, acercándolos a un consumidor que busca calidad a un precio accesible».
Además de Brasil, mercados como Estados Unidos, China, Reino Unido, Corea del Sur y México mantienen una fuerte demanda. En Europa, Alemania y los países nórdicos valoran especialmente las certificaciones de sustentabilidad y la trazabilidad. En Asia, Japón y China aprecian vinos con identidad y un packaging cuidado. En América Latina, Perú y Colombia muestran un crecimiento sostenido en el consumo de vino premium.
Carmen Paz Ravanal concluyó informando que «nuestros próximos pasos incluyen fortalecer la presencia en mercados estratégicos mediante acciones de marketing, lanzamiento de nuevos productos y participación en ferias internacionales. Aumentar la proporción de vinos premium en nuestras exportaciones y profundizar el relato de nuestra marca. Además, seguiremos potenciando el enoturismo como herramienta de visibilización internacional».
Suscríbete a nuestro newsletter

