Cada chocolate es una experiencia, pero también el resultado de varios elementos que influyen en su calidad, aspecto y sabor.
El origen —ya sea de América, Africa o Asia— la plantación, el tipo de cacao utilizado, el secado y tostado, son factores que unidos a elementos geográficos y culturales como la altura, clima y forma de cultivo, hacen que un grano de cacao adquiera diferentes características y con ello proporcione distintas notas al momento de consumirlo. Esto lo saben bien los chocolateros al momento de hacer ensamblajes y preparaciones.
A través de una cata es posible reconocer un chocolate de buena calidad y aprender sobre composición y origen.
Según Jaime Díaz, socio fundador de Cakao Chocolatería: el origen del chocolate; la forma más fácil e infalible para catar un chocolate es apoyarse en los cinco sentidos:
Oído: al partirlo tiene que emitir un crack perfecto. Vista: debe tener buen brillo, lustroso. Olfato: aroma intenso a cacao. Tacto: suave, cremoso, que se derrita fácilmente. Y gusto: sabor balanceado de acuerdo al terroir (lugar de origen).
Además del porcentaje de cacao, leche y azúcar, el sabor, amargor y notas aromáticas dan carácter a las distintas tabletas. Hay que tener presente que mientras más porcentaje de cacao puro lleve la mezcla más saludable resulta el chocolate y su experiencia.
La chocolatería artesanal realizó una clase y cata para la prensa para celebrar su ingreso como prestador de Bigbox, la compañía de regalos.