domingo, diciembre 8, 2024
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¿Los sulfitos en el vino son perjudiciales para la salud?

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Los sulfitos son compuestos químicos que se encuentran de forma natural en algunos alimentos, como el vino, las frutas secas, el vinagre y los frutos secos. También se utilizan como conservantes en muchos otros alimentos procesados, como los embutidos, los encurtidos y los productos de panadería.

En el caso del vino, los sulfitos se producen de forma natural durante la fermentación, pero también se pueden añadir durante el proceso de elaboración para proteger el vino de la oxidación y el deterioro. Normalmente suelen ser dióxido de azufre (SO2) y metabisulfito de potasio (K2S2O5).

¿Son perjudiciales para la salud?

Una idea errónea muy común es que estos compuestos del vino provocan dolores de cabeza, resaca y otros efectos secundarios desagradables. Sin embargo, en la mayoría de los casos esto no es cierto.

La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha concluido que los sulfitos añadidos a los alimentos son seguros para la mayoría de las personas. Sin embargo, algunas pueden ser hipersensibles a ellos y experimentar reacciones alérgicas, como sofocos, aceleración de los latidos cardíacos, sibilancias, urticaria, mareos, malestar estomacal y diarrea, desmayo, hormigueo o dificultad para tragar.

Las personas que tienen asma o alergias alimentarias pueden ser más propensas a experimentar reacciones adversas a los sulfitos. También las mujeres embarazadas y los niños pequeños pueden ser más sensibles a ellos.

¿Cómo saber si un vino contiene sulfitos?

En la Unión Europea, los alimentos que los contienen deben indicarlo en el etiquetado. En el caso del vino, la etiqueta debe indicar el contenido de sulfitos en forma de porcentaje. Si tiene dudas sobre si un vino contiene estos compuestos, puede preguntarle al vendedor.

Las personas que son sensibles a los sulfitos pueden tomar las siguientes medidas para reducir el riesgo de experimentar reacciones adversas:

  • Leer las etiquetas de los alimentos y evitar los que los contengan de forma añadida.
  • Preguntar al vendedor si un alimento contiene sulfitos.
  • Consumir vinos con un bajo contenido de estos compuestos.

Los vinos con un bajo contenido de sulfitos suelen ser los vinos blancos secos y los vinos tintos jóvenes. También es posible encontrar vinos sin sulfitos añadidos, pero estos suelen ser más caros.


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